Los vitrales o vidrieras constituyen una obra de arte muy hermosa e importante. Esta catedral de Toledo es uno de los edificios castellanos que más vidrieras medievales ha conservado.
Su realización va desde el siglo XIV al XVII, más las restauraciones del XVIII, con una evolución propia del transcurrir de los años y los cambios de estilo.
Las vidrieras más antiguas y también las más apreciadas por su belleza son las del rosetón del crucero (sobre la puerta del Reloj) y algunas de la girola, aunque éstas tienen un colorido más apagado.
Después están las de la capilla mayor y las del brazo norte del crucero por el lado este que presentan unas enormes figuras de santos y apóstoles.
Después están las de la capilla mayor y las del brazo norte del crucero por el lado este que presentan unas enormes figuras de santos y apóstoles.
Muchas de las vidrieras del siglo XV aparecen documentadas.
Se sabe que en las de la capilla mayor y algunas del crucero trabajó el vidriero Jacobo Dolfin y su criado Luis y en las del crucero meridional y algunos ventanales de la nave mayor por el lado de la epístola, los maestros Pedro Bonifacio, Cristóbal, y el monje alemán Pedro.
Más tarde aparece la participación local del toledano maestro Enrique.
Se sabe que en las de la capilla mayor y algunas del crucero trabajó el vidriero Jacobo Dolfin y su criado Luis y en las del crucero meridional y algunos ventanales de la nave mayor por el lado de la epístola, los maestros Pedro Bonifacio, Cristóbal, y el monje alemán Pedro.
Más tarde aparece la participación local del toledano maestro Enrique.
Las vidrieras pertenecientes al siglo XVI están confeccionadas con dibujos renacentistas.
En ellas trabajan maestros reconocidos comoVasco de Troya (en 1502), Juan de Cuesta (en 1506) y Alejo Ximénez (en 1509-1513) que fabrica las de las naves laterales y las de la fachada oeste.
Las vidrieras del rosetón y puerta de los Leones son obra de Nicolás de Vergara.
En ellas trabajan maestros reconocidos comoVasco de Troya (en 1502), Juan de Cuesta (en 1506) y Alejo Ximénez (en 1509-1513) que fabrica las de las naves laterales y las de la fachada oeste.
Las vidrieras del rosetón y puerta de los Leones son obra de Nicolás de Vergara.
A comienzos del siglo XVIII se siguen haciendo vidrieras para restaurar las que se habían estropeado. El artista Francisco Sánchez Martínez (uno de los últimos vidrieros de la catedral) fue uno de los buenos restauradores, aunque ya no se producen innovaciones y los modelos se repiten.
Durante los años de Guerra Civil Española las vidrieras sufrieron mucho deterioro pero en los últimos años del siglo XX se hizo una gran labor de restauración y recuperación dando al conjunto su brillantez de otros tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario