miércoles, 3 de diciembre de 2014

En tiempos de los Visigodos: El entorno sociopolítico y la derrota del Duque Paulo (y II)

Resultado de imagen de la derrota del Duque Paulo
Llama profundamente la atención que Ilderico, principal iniciador de la secesión, queda relegado tras la llegada de Paulo. La historia no nos aclara el motivo.

 Lo que nos aclara la historia, callando, es que el movimiento separatista tuvo poco apoyo de la población, y la campaña militar de Wamba acabó siendo un paseo militar.

Es el caso que, siendo que los signos son importantes a la hora de acometer una acción, Paulo no se quedó con ellos.

 Al parecer apostató del catolicismo, y con el apoyo de los judíos que se habían exiliado a la Galia, “Al llegar á Tarragona, hizo de su partido á Ranosindo, general en jefe de la provincia tarraconense, y á Hildigisio, á cuyo cargo estaba la administración de justicia en la misma provincia, y los cuales le prometieron su favor, y se concertó el modo de poner en ejecución tamaña villanía.” [16] “tomó del santuario del bienaventurado Félix de Gerona la corona votiva donada por Recaredo 70 años atrás, y entrando en Narbona forzó al metropolitano Argebado (que se había resistido inicialmente) a consagrarle con ella en la iglesia catedral.

Hilderico y los suyos le reconocieron, como casi todos los condes y magnates de Septimania y la parte marítima de la Tarraconense (incluyendo algunos miembros de la Corte o Aula Regia), y Paulo les exigió un juramento de fidelidad hasta la muerte similar al que la ley obligaba a prestar al rey.”[17] El sacrilegio llevado a cabo con la corona de San Félix era ante todo un signo.

“ En breve prestaron obediencia al rebelde Paulo las ciudades de Tarragona, Barcelona, Gerona, Vich y Perpiñán.” [18].

“Los acontecimientos constituyen evidentemente una profanación, no sólo hay que tener en cuenta el hecho de la rebelión contra un monarca legítimo, que constituía acto de tiranía, además se había profanado una corona votiva, ofrecida a san Félix, la función de esta corona no era desde luego ser empleada como corona terrenal.

El momento culminante del episodio de la rebelión del dux Paulo, cuando éste roba la corona del mártir Félix, y se la ciñe en la sien, no constituye sino la anticipación dramática de la propia perdición de Paulo, doblemente condenado, por haberse alzado contra el rey legítimo (por lo tanto es un tirano) y por haber tomado la corona ofrecida a Félix (lo cual constituye un acto de impiedad).

Lo esencial de esta historia —que, no lo olvidemos, sigue el esquema común de la historiografía cristiana pecado/castigo de honda inspiración bíblica— es el hecho de que se haya robado la corona de un mártir.

 Paulo hace lo contrario que un rey legítimo haría, simula no aspirar al trono mientras conspira para conseguirlo, y roba una corona que no le han ofrecido para coronarse a sí mismo, no es indiferente que se trate de un corona votiva, a la que Paulo le habría dado un uso distinto del que le correspondería, cometiendo con ello un sacrilegio. Como era de esperar, la rebelión acaba con la perdición de Paulo y la devolución de todos los objetos sagrados robados.”[19]

Esta proclamación, lógicamente, tenía un sustrato;“entre los partidarios de Paulus destaca la figura de Hildigisio, un gardingo de Wamba; por tanto, dentro de la oligarquía visigoda existía una facción contraria al rey coronado que, sin embargo, había mantenido hasta aquel entonces las apariencias y había gozado de la confianza del rey, como el propio Paulus.”[20]

Nos faltan muchos más datos, recordemos que ya el Imperio Romano no existía; estamos en plena Edad Media, donde la incultura y la falta de información ocupan lugar preeminente y dan lugar al surgir de los movimientos feudales, centrífugos, donde los enanos se unen para derribar al gigante

“El avanzado proceso de fragmentación territorial que estaba padeciendo el Estado visigodo unitario era significativo. Todo ello por la presión de grupos nobiliarios arraigados socioeconómicamente y ahora de forma política al ocupar puestos de gobierno territorial.”[21]

En esos momentos de la historia, que tan cercanos nos suenan hoy, “pocos eran los que conocían las verdaderas intenciones de Paulus, pero de alguna manera, a través de espías, el obispo Argebad de Narbona se enteró de las maquinaciones de Paulus y Ranosindo y envió un emisario al rey Wamba de las intenciones de Paulus; aquello precipitó los acontecimientos: Paulus, que se encontraba ya cerca de Narbona, forzó la marcha de sus fuerzas para apoderarse de la ciudad amurallada; sus soldados llegaron a tiempo de bloquear las puertas de la ciudad antes que la guardia de Argebad pudiese cerrarlas.” [22]

Rey Wamba. Plaza de Oriente (Madrid)

¿Representó la sublevación de Paulo un antecedente de lo que hoy mismo está padeciendo Cataluña?… Lo que caracterizó el levantamiento de Paulo es la división que creó en la sociedad civil, creando dos bandos donde el peso de los partidarios de Wamba fue manifiestamente superior.

No obstante, y a pesar de que la falta de noticia histórica nos haga tener noción clara de las cosas, dado el desarrollo de los hechos, parece evidente que el apoyo secesonista acabó siendo muy pobre. Noobsrtante, tenemos manifestaciones claras de apoyo a Paulo.

 Parece que la Seo de Urgel “ se puso al lado del general sublevado, pues al perseguir el rey á este, uno de los cuerpos de ejército que bajo las órdenes de su sobrino penetró por la Cerdaña á Francia, encontró gran resistencia en los de este país, opuesta por el Obispo Jacinto, de la Seo, que sin duda ayudaba á Acisclo, general de Paulo. El ejército pasó el Pirineo es de suponer después de vencida la oposición que halló en la comarca.”[23]

Al amparo de Paulo,“los judíos, que en tiempo de Sisebuto habían emigrado a la tierra de los francos, volvieron en gran número a la Narbonense” [24]. La Galia Narbonense se había vuelto, según relata Julián de Toledo, un prostíbulo de judíos, que se extendían por toda la geografía nacional. La zona de mayor densidad poblacional judía era la del valle del Guadalquivir y el Genil junto con la Bética: Gades, Lebrija, Ilipa, Peijaflor, Corduba, Cabra, Baeza, Jaén, Hispalis e Iliberris o Mérida. En Tarragona, Tortosa, Ampurias y Barcelona.[25]

“El origen de la rebelión de Paulus se basarían en la no aceptación de la designación de Wamba por parte de la nobleza de Septimania, que o bien buscaba el beneficio de su propio candidato, o consideraba que la elección no se ajustaba a los requerimientos de la región mediterránea.”

Siendo esto así, el ardid usado por Wamba, negándose a ser coronado, con la esperanza de que la negativa produjese adictos a su causa entre quienes se presumía contrarios, resultó fallido. Y no sólo resultó fallido a corto plazo. Tampoco resultaría a largo plazo, cuando tras vencer a los rebeldes y no aplicarles las penas que les hubieran correspondido, fue finalmente marginado, y los rebeldes repuestos de las cortapisas impuestas por Wamba.

Y es que, antes incluso de producirse la rebelión de Paulo, Wamba era consciente que algo similar podía ocurrir en el reino, dada la debilidad existente en el poder central y el creciente deseo de autonomía de las noblezas locales.

Es el caso que “Wamba, al ver el peligro, convocó el “Aula Regia”, pidiendo acción inmediata. Efectivamente en siete días se sometieron los vascones, y en un avance incontenible tomó Barcelona, Gerona y Narbona, y se situó ante Nimes, que asaltó.[27]

Teniendo el ejército reclutado supo acelerar la resolución del conflicto en Navarra, y mostró una gran pericia en trasladar la fuerza militar hasta Narbona. Debemos tener en cuenta que, tras llevar las tropas desde Toledo a Vitoria, y tras aplastar la sublevación, sin descanso partió hacia Barcelona, y de ahí a Narbona.

Estamos hablando de un total de más de 1000 Km, a uña de caballo, con un ejército importante compuesto en un estado en disolución. La hazaña de Wamba estuvo a la altura de su espíritu. Tuvo que saber conjugar las necesidades de un gran ejército compuesto no sólo de caballería sino también de infantería, y todo en un tiempo tasado.

“Tras la toma de Gerona, Wamba dividió sus fuerzas en tres columnas que atravesaron los Pirineos por los puertos de Llivia, Perthus y la Junquera, concentrándose sobre las llanuras de Perpiñán para caer el conjunto sobre Narbona y Nimes logrando la rendición de los rebeldes.”[28]

En este ínterin, Paulo pretendió dar legalidad a su acto, remitiendo una carta a Wamba, a quién calificaba como rey del Sur, mientras él mismo se calificaba de rey del este. “Esto indicaría que no intentaba desafiar la legitimidad de Wamba, sino más bien proponer la división del reino siguiendo las líneas fronterizas que se habían establecido entre los territorios de Liuva I y Leovigildo en 569.

En Toledo se rechazó tajantemente esta solución, y los fundamentos ilegítimos de la reclamación de autoridad real por parte de Paulo fueron un aspecto importante en la diatriba que lanzó Julián contra él y sus partidarios.”[29]

La carta dice lo siguiente: “En nombre del Señor: Flavio Paulo, supremo rey del Oriente, á Wamba, rey del Mediodía. Dime, oh guerrero, dime enhorabuena, oh señor de los bosques y amigo de las peñas, si has penetrado por las asperezas de los montes inhabitables; si has roto con tu pecho, como fuerte león, las espesuras y troncos de las selvas; si has vencido á los ciervos y venados en lijereza; si has domado á los jabalíes y acabado con los osos devoradores; si vomitaste porfia el veneno chupado á las víboras y serpientes.

 Si has llevado á cabo todas estas hazañas, ven, oh cantor gilguerillo, á cercar nuestros campos; ven, oh hombre grande y de gran pecho, hasta la garganta de los Pirineos, que aquí está el terrible destructor de todos los malos con quien podrás pelear sin desdoro de tus fuerzas.”[30]

La Historia Wambae de Julián de Toledo relata que “Ante la inesperada noticia del levantamiento de la Galia, hubo disparidad de opciones sobre si procedía emprender de inmediato la marcha hacia la provincia rebelde o si sería más prudente retornar a sus bases, reforzar el ejército en hombres y pertrechos e iniciar entonces la campaña en mejores condiciones. Wamba se declaró partidario de marchar contra los rebeldes sin demora ni descanso.

Julián de Toledo ha recogido algunas arengas pronunciadas por Wamba y por el cabecilla de los rebeldes, que constituyen una interesante muestra de la retórica militar de la época de la Tardía Antigüedad: Ya tenéis noticias, jóvenes —comenzó diciendo Wamba—de la calamidad que ha caído sobre nosotros y de cual es el propósito que persigue el autor de esta sedición.

 Es preciso tomar la delantera al enemigo y combatirle antes de que el incendio se propague todavía más. Sería vergonzoso no correr inmediatamente a la lucha y regresar a nuestros hogares sin haber acabado con el… Sería ignominioso que el adversario nos tenga por débiles y afeminados, como ocurriría si no somos capaces de hacerle frente con todas nuestras fuerzas.

Y refiriéndose al papel que los francos pudieran tener en la rebelión de Paulo, el monarca añadía: No es con mujeres sino contra hombre que hay que combatir; de sobra es sabido que jamás los francos fueron capaces de resistir a los godos. La conclusión a que Wamba llegó era terminante: ¡Asestemos sin demora un duro golpe a los vascones y marchemos veloces contra los sediciosos, para acabar con ellos de una vez para siempre“[31]

“Wamba y su columna alcanzaron Barcelona, que fue rápidamente conquistada, capturando a los cabecillas de la rebelión en la ciudad: Eured, Pompedio, Gundefred, Neufred y el diácono Hunulf; el siguiente paso era la captura de Gerona; durante el recorrido algunos soldados saquearon fincas y violaron mujeres, pero el rey castigó con severidad a los saqueadores y ordenó circuncidar a los violadores. Al cabo de pocos días el ejército real alcanzó los muros de aquella ciudad, pero el obispo Amator rindió la plaza sin derramamiento de sangre.”[32]

La campaña, hasta llegar a Narbona, había sido un paseo.

Cuando Wamba se aproximaba a Narbona recibió una misiva de Paulo: “Si habéis atravesado ya las afiladas e inhabitables peñas de estas montañas; si habéis derribado con vuestro pecho, como el león, los densos matorrales del bosque; si habéis conseguido dominar los senderos de cabras, los saltos de los ciervos, los lugares donde hay jabalíes salvajes y osos…., enviad entonces un armiger –término que significa escudero–, mi señor, amigo de bosques y peñascos….., descended a las Clausuras; pues en ellas encontraréis un Oppopumbeum grandem –se desconoce el significado exacto del término, pero por el contexto se puede colegir que se refiere al propio Paulus, que se califica a sí mismo con un nombre grandilocuente y el adjetivo “grandem”–, con quien podréis legítimamente negociar”.[33]

Pero la triste realidad se impuso a Paulo: “mientras el ejército real permanecía expectante a la espera de la orden de asalto, los partidarios de Paulus se enzarzaron en una matanza entre ellos, mientras Paulus contemplaba horrorizado el final de su reinado: delante de él son ajusticiados por los francos y por los galorromanos varios familiares y personas de su séquito, sin que él pueda oponerse.

Al tercer día del asedio del anfiteatro, y mientras los suyos se seguían matando entre ellos, el general rebelde comprendió que su causa estaba irremediablemente perdida, y envió al obispo de Narbona, Argebad, a pedir clemencia al rey. Wamba recibió al obispo, aceptando la rendición de los rebeldes y el cese de hostilidades, perdonándoles la vida ante un eventual saqueo, pero en modo alguno acepta conceder clemencia: los rebeldes serían juzgados y recibirían su castigo.”.[34]

Una vez capturado no demostró tanta arrogancia, llegando a declarar ante Wamba: “Protesto ante Dios, que lejos de hacerme daño alguno, me habéis colmado de bienes y mercedes deque yo era indigno; y confieso que en cuanto he tenido la temeridad de emprender contra vos, he obrado por sola instigación del espíritu maléfico.” [35]

Pero Wamba, siempre magnánimo, no solo no condenó a muerte a Paulo; ni tan siquiera le sacó los ojos, como era costumbre al mostrar misericordia y no aplicar la pena capital.

“Fueron juzgados 53 jefes, de los cuales 28 se entregaron en Nimes y el resto fue capturado. El juicio fue una asamblea judicial dirigida por Wamba, en el que además participaron el ejército y la nobleza no militar. En el juicio fue acusado de:

Haber violado el juramento de fidelidad hacia Wamba.

Haber incitado al pueblo visigodo a la rebelión.

Reconocida la culpabilidad de Paulo y los otros, la pena se estipuló en función al canon nº 75 del IV Concilio y a dos leyes de Chindasvinto, en las que se culpaba a los que ponían la vida del rey en peligro. Todos los acusados fueron excomulgados en función a las leyes eclesiástica.

Además fueron condenados a muerte por las leyes laicas, pero Wamba respetó la vida de Paulo y los rebeldes como había prometido. Se devuelven todos los bienes requisados por los rebeldes y se renueva una serie de cargos en la administración de la zona. También se expulsa a los judíos de esa zona, ya que habían participado en la rebelión. A los seis meses Wamba vuelve a Toledo con los rebeldes rapados y con una espina de pescado en la cabeza.”[36]

“Wamba aseguró Septimania colocando tropas en las principales ciudades, en previsión de un nuevo rebrote rebelde y para asegurar la frontera frente a cualquier intentona intervencionista de los francos. También expulsó a la comunidad judía de Narbona –de ahí mayor fundamento que los judíos habían apoyado a Paulus en su aventura–. Pacificada la provincia, licenció al grueso de su ejército en Canaba, al sur de Narbona.”[37]

Julián de Toledo, hijo de dos judíos conversos, en su “historia Wambae regis” señala la importancia de la participación gala en el conflicto del duque Pablo.[38]

“Este acontecimiento, de haber tenido éxito, podría haber derrumbado el reino visigodo hasta sus cimientos; las reacciones y movimientos realizados por los antagonistas pusieron de manifiesto tanto las potencialidades como limitaciones de la maquinara bélica visigoda.”[39]

“El obispo Jacint de Urgell (672-80) es encarcelado en Llívia por su participación en la rebelión y también es represaliado el obispo Wilesindo de Agde.”[40]

Por su parte, Julián de Toledo trata a los revoltosos como cobardes, inclinados a todo género de desmanes, incapaces de luchar por ellos mismos, acudiendo a la ayuda de bárbaros y mercenarios extranjeros, conformadores de una verdadera sociedad del mal.[41]

[1] Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América

https://play.google.com/books/reader?id=0Mj41Zl8U58C&printsec=frontcover&output=reader&authuser=0&hl=es&pg=GBS.PA396

[2] Historia Antigua de la Península Ibérica.

[3] Historia Antigua de la Península Ibérica.

[4] Colección de Cánones y de todos los concilios de la Iglesia de España y de América
https://play.google.com/books/reader?id=0Mj41Zl8U58C&printsec=frontcover&output=reader&authuser=0&hl=es&pg=GBS.PA213



[7] Anónimo. Rebelión en Septimania. http://historiauge.blogspot.com.es/2008/01/rebelin-en-septimania-i-parte.html

[8] Esteban Ribas, Alberto Raúl. La Rebelión de Paulus.

[9] Merino, Ignacio. Los Visigodos. http://anatomiadelahistoria.com/wp-content/uploads/2012/03/los-visigodos.pdf

[10] Amorós, Luis I. Dos Familias.

[11] COLLINS, Roger. La Espana Visigoda (409 -711). http://es.scribd.com/doc/134353000/COLLINS-Roger-La-Espana-Visigoda-409-711

[12] Angelon, Manuel. Crónica General de España. Crónica de la Provincia de Barcelona. http://booksnow2.scholarsportal.info/ebooks/oca9/3/crnicagenerald00madr/crnicagenerald00madr_bw.pdf

[13] COLLINS, Roger. La Espana Visigoda (409 -711).

[14] Diaz Martinez, Pablo C. La Dinámica del poder y la defensa del territorio. http://www.navarra.es/NR/rdonlyres/DA399C57-3C97-4D44-B9D7-1E81B9EF4A4D/255871/SemanasMedievales39web.pdf

[15] Anónimo. El reino de Toledo. De Wamba a Rodrigo. http://www.historialago.com/leg_visig_0214.htm

[16] Angelon, Manuel. Crónica General de España. Crónica de la Provincia de Barcelona.

[17] Amorós, Luis I. Dos Familias.

[18] Angelon, Manuel. Crónica General de España. Crónica de la Provincia de Barcelona.

[19] MOLINA GÓMEZ, JOSÉ ANTONIO. LAS CORONAS DE DONACIÓN REGIA DEL TESORO DE GUARRAZAR: LA RELIGIOSIDAD EN LA MONARQUÍA VISIGODA Y EL USO DE MODELOS BIZANTINOS. http://interclassica.um.es/var/plain/storage/original/application/69966498d7b7ef5b2c4671e2522cddee.pdf

[20] Esteban Ribas, Alberto Raúl. La Rebelión de Paulus.


[22] Esteban Ribas, Alberto Raúl. La Rebelión de Paulus.

[23] Seo de Urgel. http://ddd.uab.cat/pub/llibres/1880/59816/albhispin_a1880n32.pdf

[24] Menéndez Pelayo, Marcelino. Historia de los heterodoxos españoles.http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/historia-de-los-heterodoxos-espanoles/html/.

[25] CORDERO NAVARRO, Catherine. El problema judío como visión del «otro»

[26] Esteban Ribas, Alberto Raúl. La Rebelión de Paulus.


[27] EL REINO VISIGODO Aproximación a la edad media.


[28] Miranda Calvo, José. EL CABALLO Y SU UTILIZACIÓN CASTRENSE DURANTE LA

ETAPA VISIGODA. XV Congreso Nacional y VI Congreso Iberoamericano de Historia de la Veterinaria. http://www5.colvet.es/aehv/pdf/CONGRESO%20Toledo%20redux.PDF

[29] COLLINS, Roger. La Espana Visigoda (409 -711).

[30] Angelon, Manuel. Crónica General de España. Crónica de la Provincia de Barcelona.

[31] Orlandis Rovira, José. Revista de Historia Militar nº 91. http://www.portalcultura.mde.es/Galerias/revistas/ficheros/RHM_091.pdf

[32] Esteban Ribas, Alberto Raúl. La Rebelión de Paulus.

[33] Esteban Ribas, Alberto Raúl. La Rebelión de Paulus.

[34] Esteban Ribas, Alberto Raúl. La Rebelión de Paulus.

[35] Angelon, Manuel. Crónica General de España. Crónica de la Provincia de Barcelona.

[36] Martín Prieto, Pablo. TALLER DE HISTORIA MEDIEVAL

http://audema2011.files.wordpress.com/2013/02/apuntes-de-h-medieva-abril.pdf

[37] Esteban Ribas, Alberto Raúl. La Rebelión de Paulus.

[38] Bronisch, Alexander Pierre. El concepto de España en la historiografía visigoda y asturiana. http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=10&ved=0CHUQFjAJ&url=http%3A%2F%2Fdialnet.unirioja.es%2Fdescarga%2Farticulo%2F2566373.pdf&ei=FG99UuPPJOXA7AbwqIEo&usg=AFQjCNGXxE71QV_j385ACHFK380koum-rg&sig2=dDI3ByJWd6e3gW2hpLHNOw

[39] Esteban Ribas, Alberto Raúl. La Rebelión de Paulus.

[40] Anónimo. Cronología histórica http://cronologiahistorica.com/index.php?option=com_content&view=article&id=230:ano-673&catid=11&Itemid=108

[41] Beltrán Torreira, Federico M. Siervos del Anticristo.dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/814510.pdf‎

Fuente: http://tradiciondigital.es/2013/12/02/ii-2-la-rebelion-de-paulo/

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