Entre sus muchas piezas, las más vistosas son las faldillas de terciopelo rojo con estrellas doradas, o la caída, un gran lazo bordado, ceñido a la cintura, y con cintas que cruzan la espalda.
Las Danzas en honor al Santísimo Cristo de la Viga son ejecutadas por ocho danzantes bajo el mando del porra o director de la danza, y acompañados del alforjero, cuya competencia es llevar los objetos necesarios para interpretar las danzas -los palos o el mástil con las cintas que deben entretejer-.
Los tres primeros días las danzas tienen lugar ante las puertas del Mayordomo, que sostiene en sus manos un cetro con el Cristo de la Viga, al cual hacen una reverencia arrodillados todos los danzantes, diciéndole a continuación todos los dichos o súplicas, unas composiciones poéticas que narran la Pasión de Cristo, compuestas en acción de gracias.
El día 30 por la mañana también actúan frente a la ermita de la Purísima Concepción, y por la tarde recorren las calles y plazuelas del pueblo, tomando el típico refresco y danzando en casa de los tres oficiales.
La Danza del Cordón al Cristo de la Viga consiste en poner un palo clavado, o sujeto en el suelo por un hombre, con ocho cintas de distinto color. Cada danzante, al compás de la melodía, coge una de ellas y se cruza con el siguiente, haciendo puente. Al terminar, como se han cruzado ya todos los danzantes, queda hecho en el palo un dibujo de la forma de un cordón, quedando cubierto el palo con todas las cintas.
Tras ella, los danzantes siguen interpretando por las calles la Danza de la Carrera, hasta dejar el Cristo en la Parroquia, sin dejar de bailar, ante el altar mayor, la Danza del Paloteo. Esta danza consiste en ir brincando ante el Cristo, al compás de la música, con acompañamiento de la gaita y tamboril, durante la cual los danzantes siguen marcando el mismo ritmo con los palillos.
Ataviados de este modo, el 1 de mayo ejecutan en la iglesia su primera danza, la Marcha Real, ante el Cristo de la viga. Después, en el auditorio de la Glorieta del Prado, se ejecutan las danzas tradicionales. Las de paloteo, en que los ejecutantes, aramados con palos, parecen luchar. La Valenciana, de castañuelas. Y la danza del cordón, en que los danzantes se entrecruzan, cada uno portando una cinta, que se entrelaza alrededor de un palo central, de tres metros, formando un cordón.
Junto a las danzas se recitan poemas y versos satíricos contra las autoridades, y los tiempos.
En la procesión de la tarde, se repiten las danzas durante todo el recorrido.
Fiesta de interés turístico regional.
FECHA DE CELEBRACIÓN: Del 27 de abril al 1 de mayo.
Autor: José-María Moreno García. Fotógrafo humanista y documentalista.
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