La comarca de los Montes de Toledo fue una zona natural de difícil acceso, singularmente en las zonas interiores, defendidas por castillos y torres que guardaban sus salidas naturales.
Aparte de pequeños núcleos mozárabes estaba casi yerma, cuando Alfonso VI conquista la ciudad en 1.085.
Aparte de pequeños núcleos mozárabes estaba casi yerma, cuando Alfonso VI conquista la ciudad en 1.085.
La repoblación, llamémosla militar, tiene dos fases, una de asentamiento en bases fortificadas y otra de colonización.
Inicialmente Alfonso VII confía la defensa de los Montes a los templarios, que fundan la encomienda de Montalbán como base' en el castillo de este nombre, defendiendo los pasos hacia Córdoba y Extremadura.
Posteriormente, Alfonso VIII, separa del territorio de Montalbán, Dos Hermanas y Malamoneda, donándoselo a D. Alfonso Téllez de Meneses, quien comienza la repoblación hacia el interior teniendo como punto de partida esos dos núcleos.
El peligro proveniente de los valles del Estena, Cedena y Navalucillos, lo atajó fundando una población. Malamoneda, sobre las ruinas de otras anteriores, fortificándolo con una torre y un castillo.
De esta forma controlaba una gran zona yerma, a la que se accedía a través de angostos valles. Para completar las defensas hasta el Guadiana levantó el castillo de Muro.
De esta forma controlaba una gran zona yerma, a la que se accedía a través de angostos valles. Para completar las defensas hasta el Guadiana levantó el castillo de Muro.
El paso tradicional empleado entre Toledo y Córdoba en los Montps, fue el puerto de Alhover.
Por allí pasó la expedición que desde Córdoba envió su gobernador, a principios del siglo XIII, saqueando aldeas monteñas y algunas de sus fortificaciones.
Por allí pasó la expedición que desde Córdoba envió su gobernador, a principios del siglo XIII, saqueando aldeas monteñas y algunas de sus fortificaciones.
En el siglo XIII conocemos la existencia de nuevas aldeas, como son las de Pulgar, Dos Hermanas, Cedenilla (Navahermosa), Malamoneda (Hontanar), Corral Rubio, Milagro, Peña Aguilera (Ventas con Peña Aguilera), Yébenes, San Andrés (Barrio de Los y ébenes), Corral de Martín García, Ferrera, Santa María de la Nava, Marjaliza, Navareronda, La Torre de Foja Abrahen, Muro Acijara, Peña y Algar. Este grupo de aldeas fue la base de la repoblación de esta comarca.
Ya en posesión del territorio comarcal, el Ayuntamiento de Toledo lo amojonó junto con la Orden de Calatrava, estableciendo que desde la Hoz del Guadiana aguas abajo fuera para Toledo, conviniendo no poblar el castillo de Arroba y sí los términos del castillo del Milagro. Poblamiento que no prosperó, fundando sus colonos el pueblo del Molinillo.
Por el extremo occidental, los Montes quedaron con una delimitación imprecisa, existiendo discrepancias entre Toledo y la Orden de Alcántara. Capilla pasó a la Orden del Temple y otros territorios fueron repartidos
Por el extremo occidental, los Montes quedaron con una delimitación imprecisa, existiendo discrepancias entre Toledo y la Orden de Alcántara. Capilla pasó a la Orden del Temple y otros territorios fueron repartidos
Antes existían allí dos poblaciones, una San Andrés, en la jurisdicción de Toledo y otra Azuqueca, en la de San Juan. Haciendo una síntesis de la repoblación podemos hablar de una primera época, del 1.085 al 1.118 en la que se repuebla la zona norte de la comarca cercana a Toledo.
En una segunda fase, de 1.118 a 1.157, se puebla la Sisla. Otra, de 1.224 a 1.276, repuebla en torno al puerto del Milagro, Dos Hermanas y Malamoneda y a partir de 1.275 el resto de la comarca hacia el sur y el oeste, fundando nuevas poblaciones o repoblando antiguos enclaves.
Ventura Leblic García y Pilar Tormo Martín de Vidales
Fuente:
http://www.realacademiatoledo.es/files/temastoledanos/12.%20Panorama%20de%20una%20comarca.%20Los%20Montes%20de%20Toledo,%20por%20Ventura%20Leblic%20y%20Pilar%20Tormo.pdf
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