Otra joya de la arquitectura árabe es la puerta del Sol que no pude ver antes por pasar el carruaje a una velocidad vertiginosa, pero después pude observar con toda comodidad.
Este monumento, situado a la entrada de la ciudad, está perfectamente conservado y es uno de los más admirables que erigieron los conquistadores en toda España. Se asemeja a un arco de triunfo y las bóvedas, las columnillas colocadas en los frentes, las ventanas, las dos pequeñas puertas laterales, los ornamentos, son un exquisito ejemplo de elegancia y buen gusto; por sí mismo este monumento merece el viaje que hemos hecho esta mañana.
Contemplamos esta puerta durante mucho tiempo como en éxtasis; después, recorremos el cinturón de murallas que se desmoronan aquí y allá y vamos leyendo claramente la historia de las distintas dominaciones que se advierten de manera clara en las diversas formas de construcción, en las defensas, en los baluartes, de tal manera que se va creando en el pensamiento una extraña leyenda; y al final, el Tajo, el gran río que estrecha en dulcísimo abrazo la ciudad amada.
Francesco Bettoni. Note di viaggio (1879)
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